lunes, 8 de diciembre de 2008

Reflexiones sobre la élite en la Filosofía

Hoy decir una vez por ahí, en el campus, la mítica frase de "la filosofía es para la élite", con unos toques muy fascistoides.

Bien, no voy a decir que es una frase que no me ha estado rondando por la cabeza hasta ahora, y creo que, aunque es del todo desacertada, hay que cambiar algunos matices.

No es que la filosofía sea para la élite, sino que la élite es para la filosofía. Esto implica una subordinación de la élite a la filosofía. Es decir por encima está la filosofía (en un estatus ontológico) y luego la élite.

Diciendo esto, realmente lo único que hago es dejar claro quien está por encima de quien, pero no doy ninguna visión nueva.

Ahora, para ser consecuente (a la par que creativo), defino lo que entiendo aquí por élite. Lo primero a definir, sería lo que le hace a la élite ser élite. Realmente no son unas cualidades como haber nacido en tal o cual familia o casta, ni la posesión de ciertos objetos materiales, ni mucho menos un lugar de procedencia, tampoco unas cualidades intelectuales superiores. Lo que define a esta élite como tal es la condición de haberse dado cuenta que todos (aquí por todos entiendo a toda la especie humana) tenemos a un pequeño filósofo dentro. No hay una sóla persona que no tenga dentro de sí una curiosidad por algo (que creo, es lo que define a un filósofo, el tener curiosidad). Pues bien, para fundamentar esta posición humanista de la filosofía planteo que en todas las culturas hay filosofía, y es una definición muy amplia de filosofía. Es decir, considero que el pragmatismo de la tribu de esquimales que viven a temperaturas bajo cero es filosofía, es actuar conforme a un medio con respecto a las posibilidades que tenemos. Llamo también filosofía (aunque con más reservas) a la forma de actuar de los islamistas en las mezquitas (que no a los atentados terroristas), esa voluntad de entrar en contacto con la única verdad que ellos pueden concevir, es decir, Allah. Llamo también filosofía al hecho de preguntarse por qué este sistema y no otro, por qué estas leyes y no otras, al ascetismo de los que son capaces de sobrevivir al más puro estilo Diógenes, pero en vez de con un barril con un periódico.

Para concluir, no nos creamos por encima de nadie hasta estar seguros de estarlo, y cuando estemos seguros de ello, para qué se lo vamos a demostrar, ya se dará cuenta la persona en cuestión. Y sobre todo no hagamos de esto una segunda escolástica a la que sólo puedan y quieran acceder los que están más altos en este sistema meritocrático.

P.D: que se me acaba de ocurrir y creo que está bien decirlo, vamos a respetarnos y ayudarnos a conseguir que todo vaya a mejor fomentando una actitud crítica desde los más pequeños a los más ancianos. No seamos una élite de gilipollas, sino unos humanistas de élite.

P.P.D: dedicado a Maganto por decirme que "a ver si escribes algo que no sea tan pesimista". Pues ya lo tienes, mi alegato anti individualista positivo.

P.P.P.D:aunque la dedicatoria principal es y será para Maganto, todos podéis disfrutar de ella, pero en parte y no en el todo, que entonces caemos en el tercer hombre.

3 comentarios:

Maganto dijo...

Creo que la élite es aquel que como bien dices es capaz de aprender del humilde niño de cinco años que se cuestiona cualquier cosa, se trata de darse cuenta de una cosa "todos somos muy ignorantes, lo que pasa es que no todos ignoramos las mismas cosas". Cuando nos demos cuenta de eso, y queramos aprender de ello, podremos filosofar por el peripato

Eudemo dijo...

Total y absolutamente en contra.
La filosofía es una actividad especulativa sobre lo que es. La concibo como superior a la ciencia, no en método ni en resultado, pero sí en campo, puesto que la reflexión filosófica es una reflexión pánica (pan=todo)
Me cabrea que se insinue siquiera que la religión (sea con crucecitas, sea con estrellitas, sea con alfombras y puntos cardinales) tiene que ver en algo con una actitud especulativa. Ambos (religión y filosofía) comparten el mismo motor, la misma inquietud existencial es la que los mueve y arranca. Pero de ahí a decir que una actividad sea siquiera semejante a la otra, me parece del todo desafortunado.
En cuanto a los esquimales, podriamos hablarlo, pero creo que confundes nociones antropológicas, culturales y técnicas, con filosofía.

Sin más, espero que me contestes

Eudemo

PD: si alguien se le ocurre la crítica del etnocentrismo o occidental-filosofi-centrismo, no ha entendido un carajo, o me he explicado para la mierda

Golfo dijo...

Siempre había buscado una definición de la élite que no la culpabilizara de serlo.
Efectivamente, para mi la elite es simplemente la curiosidad, el interés (capacidad tenemos todos) por cuestionarse las cosas.
Pero, francamente, creo que una de las tragedias de la élite es su condición de minoría, como grupo, y la enorme soledad que a veces supone como individuos.
Supongo que es la condición de proa de barco ropehielos abriéndose camino. La soledad en la punta de la aguja.
En un tono optimista un buen amigo me dijo una vez que todo el amor del mundo puede esconderse bajo la cabeza de una cerilla. Es la reflexión sobre la escala de lo infinito lo que me hace sentir alegre.