sábado, 24 de enero de 2009

No-fascismo

Gente, os dejo la reflexión con la termino mi cuaderno de trabajo de pensamiento español, para que (como dice el David), me dejeis las orejas calenticas. Besos.



"En una clase, de la cual no recuerdo el día, se debatió, aunque no venía propiamente al tema, sobre una moral basada en principios o en la utilidad. Se adujo, me parece que por su parte, que en nombre de los principios se han hecho las más grandes salvajadas, en cambio, todavía nunca se ha matado por la utilidad. He de decir que no me considero utilitarista, ni kantiano, ni en ninguna posición moral, pues veo los problemas y las ventajas de cada una. Sí he de decir también que debo darle la razón en parte. Aunque es cierto que en virtud de los principios se ha quemado, matado, asesinado, gaseado o “accióndirectarizado” a gente, también es manifiesto, por lo menos para mí, que hay principios innegables, como pueden ser el derecho a la vida o a la educación que deben estar por encima de la utilidad en sentido estricto. No puedo refutarle su posición porque veo en ella muchas ventajas, aunque me cueste admitirlas. Tampoco estoy a favor de la pura y simple utilidad. Paso ahora a relatar mi concepción de la filosofía, pues creo que es necesario argumentar lo que pienso ahora que he criticado todo lo demás. Lo que sí deberíamos hacer todos, y eso es aplicable a los filósofos es aumentar nuestro pragmatismo y dejar de lado lo enrevesado y descabellado de algunas de nuestras propuestas. No tengo la intención de matar ninguna disciplina filosófica. Mi intención es hacer llegar a nuestros oídos una crítica que debe resonar, es la de no creernos por encima del vulgo. A lo largo de nuestra historia, la de la filosofía, hemos criticado, satirizado, menospreciado, amargado e insultado al pueblo. Filósofo a filósofo hemos destrozado el mundo, planteando uno que está por encima de éste y que la Idea de Bien lo rige. Hemos tornado el mundo en lo último, siendo un motor inmóvil el que lo mueve todo. Hemos dado a la gente un Dios en que creer y que mantiene a todos en su sitio, porque todo está determinado y hemos hecho quemar (indirectamente) a quien no pensaba en nuestros términos. Hemos hecho al hombre una imagen de dios, en vez de a dios una imagen del hombre. Lo hemos reducido todo a mónadas o hemos dejado claro que todo está determinado y que debemos conocer las causas, no inventárnoslas. Hay quien ha dicho que hay principios inmutables y que quien no los cumple no debe ser tratado como un ser irracional. Quien ha aseverado que estamos alienados y quien ha llamado débiles a todos. Hay quien dice que nuestro lenguaje debe tener un sentido y una referencia bien fijados. Y hay quien dice que se está olvidando el ser, que estamos presuponiendo todo en vez de investigar. Creo que la filosofía se ha marginado y está orgullosa de ello. De todo lo que he dicho se sigue un desprecio filosófico a todo lo que no sea filosófico. Hemos olvidado que si lo que queremos es reformar al hombre, hay que hablar al hombre, no a nosotros mismos, porque si no, nos quedamos en eso, en nuestra torre de marfil, esperando que llegue un elegido que dé con la verdad. Cuando la verdad la tenemos delante de las narices todo el tiempo, la verdad somos la humanidad entera. Por eso reivindico una filosofía no fascista ni clasista, una filosofía del pueblo, desde el pueblo y para el pueblo. Y esto puede argumentarse desde la utilidad de ésta, el principio absoluto de igualdad, desde donde se quiera".

2 comentarios:

Eudemo dijo...

Bien empecemos por el principio:

Guay la idea, me pone que le asignes un valor político y social más que teorético al arte de pensar. Evidentemente coincido en el fondo contigo. Pero la forma... hay que tener más huevos tio, o te mojas o no te mojas, pero no te quedes tocando con la puntita de los dedos el agua a ver si está caliente o fría. Si estás convencido de lo que crees, si ves que hay cuestiones por encima del principio de utilidad, no te justifiques a ti mismo a cada rato. Las ideas don distintas de su productor.

Para terminar, me gustó tu posición de los principios, porque los concibes como superiores (pero a la vez compatibles con ella) a la utilidad. Pero hay que ir un poco más allá. Una de las ideas que más me gustó del Kantismo (que no Kantinismo, que también me gusta (quien la choca?)) es la delimitación de las normas intransigibles de forma negativa (No violarás a un oso panda, por ejemplo) que se justifican en el principio de respeto a la racionalidad del prójimo. Y es que, la única manera de mantener la libertad de acción cuando existen principios universales, es diciendote donde está el límite de tu libertad y no que es lo que tienes que hacer.

Pequeño brote racionalista hoy, creo que todos somos un poco hijos de kant.

Un beso en tu calva magnifica

Eudemo (AKA Fede, AKA: eh tu el de detrás del seto)

Anónimo dijo...

Sé que llega tarde, pero más vale tarde que nunca.

No es que me justifique a cada rato ni mucho menos, simplemente, las hay, no me he puesto a argumentar divulgar por qué sí o por qué no las hay, simplemente, las hay.

De todas formas, esto ya viene de lejos y me huele a viejuno. Mi concepción moral de hoy no tiene nada que ver con la de entonces.


Por cierto, no soy maganto, no me estoy quedando calvo, y acepto tu beso en mi frente.